miércoles, 1 de febrero de 2012

¿De qué se ríe la Gioconda? El libro de Clara y mis azares

Ayer, sin pensar en el tíbulo, pedí prestado en la biblioteca un libro de Clara Obligado para conocer su estilo, ¿De qué se ríe la Gioconda? Llevo un tercio leído y me encanta como usa esa sonrisa, a la que acompaña siempre el adjetivo "enigmática" menos cuando Clara lo usa... hoy una noticia en TV hablaba de la Gioconda española, de las investigaciones que la revelan como una manufactura original de un discípulo de Leonardo.. y termina una voz masculina en off hablando de la "enigmática sonrisa de laS GiocondaS"... Parece que alguien me esté espiando, parece que alguien me haga el guiño y se lo haga a Clara y al mensaje de su libro... pequeñas cosas que hacen interesante la vida, la nota "enigmática" y bonita que salva este mal día...

Mujer, 38 años, madre, en ese día horrible de la regla

8:30 mañana. -2 grados en la calle. En la cola del Servicio Regional de Empleo, para apuntarme y poder certificar que estoy parada desde hace casi seis meses, y de esa forma poder obtener algún descuentillo que otro en algún recibo o pago mensual. 9:15. Me dicen que el aplicación está rota en la opción sencilla, la de Inscripción de Demanda de Empleo, que no saben lo que va a tardar. Prestación no tengo ninguna desde hace tiempo y soy afortunada porque en casa hay sueldo. Me puedo quedar a ver si se arregla o mejor que vuelva otro día. Para casa. Tengo la regla. Me vino ayer, lo que significa que hoy es el día temible de cada mes, ese día en que miro mi vida y miro a mi alrededor y, mientras camino de vuelta a casa con los pies helados en las botas, solo me dan ganas de tirarme por un balcón. Vivo en un adosado con tejadillos que impiden cualquier estupidez. Lloro mientras camino deprisa, lloro de rabia, con los dientes apretados. Pero se pasa pronto. Si sirviera de algo llorar. Ya ni para desahogarse. ¡Menos mal que mi familia me ata a la cordura! Soy mujer, de 38 años, con una hija pequeña, eso es lo que importa. Importa una mierda si tengo buen curriculum, si mi palabrada dada vale oro y mantengo ese principio a viento y marea. Importa un mierda si me dejo la piel en cada trabajo y demuestro interés responsabilidad, adaptabilidad. Importa una mierda hacer las cosas bien en trabajo, si demuestras que eres la mejor, ya sea llevando un proyecto de un millón de euros que frengando suelos. Lo que importa es que soy mujer, madre que ha elegido ver a diario a su hija, en plena crisis. Ésa es mi realidad. No es la más dura, menos mal, es la mía, y me duele. Y no tendría por qué dolerme ser mujer y ser madre, pero me duele porque a diario hacen que me duela, lo hacen muchos y nadie, lo hago yo misma y no lo hago. Lo dicho, que estoy en ese día del mes que mejor dejar pasar a base de tilas y buscar la oscurecida pronto.