viernes, 24 de diciembre de 2010

Que debería dormir...

debería descansar este ratín, debería reponer fuerzas... minutos de los que ya no encuentro para dedicarlos a no hacer nada, y los dedico a pensar, a pensarme, a definirme con estas palabras... y es que es necesario, como el aire, más aún según cumplo más años, definirme con mis actos... buscar lo que soy en mis reacciones... hoy es un día de reflexión por muchos motivos... esta noche muchos en este mundo celebramos la Navidad, el nacimiento de Jesús, y con su nacimiento, el nacimiento de una familia, la suya y la nuestra... celebramos la unidad, celebramos el que en el mundo haya sitio, más o menos depende el momento y de nosotros mismos, para ejercitar las cuatro grandes virtudes: Justicia, Sabiduría, Fortaleza y Templaza... y algunas otras más... respeto, tolerancia, convivencia... una vez un sacerdote me dijo, ante mis dudas sobre las exigencias de la Iglesia y mis reservas para con la Institución, que no me preocupase, que en esencia todo se resume en el Amor (un concepto que encierra mucho y nada de todas esas grandes virtudes) y que él conocía a quienes sin vivir la religión, sin practicar fe católica u otra, vivián de un modo mucho más "religioso" que otros, en teoria practicantes, sin ni siquiera saberlo o preocuparse por ello. Y vivían de ese modo que él gustó en llamar "religioso" porque fundamentaban su existencia en el amor al prójimo, en el respeto en preocuparse por el otro...
No somos perfectos, y Dios no quiere que lo seamos porque seríamos él, así que tampoco pretendamos ser lo que no somos, pretendamos vivir respetándonos a nosotros mismos y a los demás, amando sin egoísmos, que eso ya será mucho... estaremos practicando el Dios es Amor, y nosotros seremos Amor para los demás... lo quieran muchos o no, es una fuerza, potente, mucho, por la que se mueve el hombre, el hombre más medio de la media de la humanidad... la masa, se mueve por Amor a la par que muchas otras cosas...
Feliz Navidad

Haced cada vez más para tener cada vez más que hacer

Sí, cuándo más tareas acabo, más se multiplican las tareas nuevas. Cuánto más avanzo, más alargo y ensancho el camino, y eso es lo bueno, ésa es la buena señal de que estoy en la senda correcta.