Ahora el reto es superar las 40... MIL, ahora el reto es ése. Superar la cifra de las 40 mil firmas en apoyo de nuestra candidatura, la candidatura de Unión Progreso y Democracia, a las elecciones europeas del próximo junio.
Todos sabíamos que 15 mil las tendríamos con relativa facilidad. Había que ponerse a ello por supuesto. Tan sólo recopilar esa cantidad inicial ya era un esfuerzo de movilización de nuestros afiliados y simpatizantes.
En este periplo, de las 15 a las 40 o más que es fácil que se reúnan, en este viaje que he vivido desde un pequeño ricón, la mesa que hemos puesto los del nuestro CEL estos días en Daganzo, pues, lo mejor que me llevo es -por encima del mi veces agradecido apoyo y simpatía que los ciudadanos nos demuestran cada vez que salimos a la calle- la entidad que nos ya presuponen. Entidad que tenemos, que yo sabía que tenía este partido incluso como embrión, en sus comienzos, a pesar del ostracismo al que se nos ha condenado, por estrategia conjunta, de varios estamentos. Es el mensaje que mensaje que me transmiten mis vecinos, ciudadanos como yo, cuando se paran a hablar conmigo, como la cosa más normal del mundo, a veces como si me conociesen de hace tiempo -porque nos están poniendo cara desde que UPyD salió la primera vez a la calle en este municipio- y me piden que traslade esta u otra problemática que ellos constatan, o que me apunte tal o cual asunto que ellos consideran importante. Y eso hago, apuntarlo. Cuando, estos días, en los que estábamos un tanto apremiados por la recogida de firmas, alguno de mis conciudadanos -daganceños o no- se ha parado a charlar conmigo, he comprobado que era para eso para lo que estaba allí, he comprobado la esencia de UPyD. Y mi mente, y mi acción, se han concentrado, de la forma más natural, en disfrutar de la conversación y de la dialéctica que fluía. He disfrutado como cuando me pongo a esto de rellenar blancos. He disfrutado mientras me desarrollaba como ciudadana juntos a mis iguales.
Se hace camino al andar, se disfruta caminando porque lo importante no es llegar, sino caminar. No es llegar a tal o cual cantidad de firmas, sino lo que esas firmas significan, esas historias de dialéctica, de diálogo espontáneo y responsable entre ciudadanos que han surgido en el camino.
Y este viaje, de 0 a 40 mil o más, sin apenas combustible -con escasos y muy ilusionados recursos- es uno de los muchos que forman parte del viaje que inicié hace algo más de un año, cuando el click de mi ratón confirmé mi afiliación a Unión Progreso y Democracia.
Y mi afiliación
es parte de mi camino,
del que recorro desde un día de 1973.
Seguimos caminando.
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