Es triste ver la frialdad, a menudo la indiferencia ireflexiva con la que oigo que tratan algunas noticias en los medios. Hoy una de ellas era que han muerto 60 personas en un nuevo atentado -o varios de ellos- en las últimas horas en Irak.
60 personas. 60. Siempre se oye lo mismo, cuando se oye algo que realmente destacan. Los que mueren en aquella tierra. Hoy se anunciaban 60 personas muertas. 60.
60 vidas truncadas. 60 familias destrozadas. Las vidas de esos cientos de familiares marcadas para siempre por el terrorismo y el no saber convivir los unos con los otros.
Pienso en lo loca que me volvería, que perdería la razón si la vida de mi hija se truncase, si a ella le pasara algo con ese resultado. Que no habría razón para seguir, ni ganas de superar el trance. Y la vida de mi hija es una.
1 vida.
Y hoy anunciaban 60 vidas sacrificadas.
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